Uno de ellos fue el que Murray se pusiera a hacer la reanimación cardiovascular en la cama, algo inconcebible para el experto que hablaba. Para que el masaje cardíaco sea efectivo el esternón ha de hundirse unos 4 centímetros en cada presión, cosa que si está encima de una cama (por muy duro que sea el colchón) es imposible. Esto es mucho más sorprendente sabiendo que Murray es cardiólogo.
Otro de los especialistas trató el tema del propofol. Murray admitió haber inyectado a Michael 25 mgr de este anestésico pero para una persona del peso de Michael sería necesaria una dosis de 125 mgr para dejarlo inconsciente. 5 veces más!!!!! Y si se quiere mantener el efecto en el tiempo habría de estar entrando medicamento de forma continuada en el cuerpo (por goteo). Esto os lo había comentado hace unos meses tras hablar con un anestesista, que me confirmó que era una dosis incapaz de hacer daño a nadie. También me dijo que era muy poco probable que alguien se lo tragara y que aún suponiendo que llegara a hacerlo el efecto sería muy posiblemente nulo.
Pero pese a esto se sigue insistiendo en el mismo tema y justo hoy Dailymail publica que, de acuerdo a un nuevo informe, Michael se había vuelto tan adicto al propofol que hasta lo bebió momentos antes de morir.
Parece claro por donde va la defensa de Murray: Michael se administró el propofol él mismo. Murray le puso una dosis tan pequeña que no se sabe para qué lo hizo (ya que era mínima para conseguir ningún efecto) y cuando Michael se despertó, o bien se bebió propofol extra o se inyectó más medicamento.
Fuente:
http://www.dailymail.co.uk/tvshowbiz/article-2038988/Michael-Jackson-drank-Propofol-died-Conrad-Murray-trial-turned-upside-down.html#ixzz1YOP0tbyH
1 comentario:
Si hubiera sido así, igualmente Murray tendría que haber estado allí cuidándolo, para eso le pagaban.
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